Nuestra clienta Olivia se enfrentaba a un serio problema tras el cierre de su salón, impuesto durante la pandemia de Covid. Le costaba llenar su agenda y necesitaba encontrar una actividad complementaria fuera de su salón de peluquería y pedicura.
Después de varios años difíciles, decidió acudir a nuestro equipo. Se trataba de un caso muy concreto de lo que llamamos negocio local. Situada a unos 15 km de Bruselas, optamos por una estrategia —tras haber analizado cuidadosamente la competencia en internet con las herramientas de planificación de Google— que privilegiaba en una primera etapa la pedicura y que permitiría posteriormente una conversión hacia la peluquería.
Los resultados no tardaron en llegar y las elecciones se demostraron acertadas. Hoy, Olivia se dedica al 100 % a su actividad y registra, de media, entre 2 y 4 nuevos clientes por semana.


